El sueño es fundamental para el desarrollo y bienestar de los bebés. Sin embargo, muchos padres observan que, en ciertas etapas, sus hijos experimentan alteraciones en sus patrones de sueño. Estas interrupciones, conocidas como regresiones del sueño, pueden ser muy frustrantes para los padres (y el bebé), pero forman parte del proceso normal de crecimiento.
¿Qué son las regresiones del sueño y por qué ocurren?
Las regresiones del sueño se refieren a períodos temporales en los que un bebé que previamente dormía bien comienza a despertar con frecuencia durante la noche o tiene dificultades para conciliar el sueño. Estas fases suelen coincidir con hitos importantes en el desarrollo del niño y pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas.
Las causas más comunes de las regresiones del sueño incluyen:
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Desarrollo físico y neurológico: Durante el primer año de vida, los bebés experimentan rápidos avances en habilidades motoras y cognitivas. Estos cambios pueden afectar temporalmente sus patrones de sueño.
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Ansiedad por separación: Alrededor de los seis meses, muchos bebés comienzan a desarrollar una mayor conciencia de su entorno y pueden experimentar ansiedad cuando están separados de sus cuidadores, lo que puede interrumpir su sueño.
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Cambios en la rutina: Alteraciones en el entorno del bebé, como mudanzas, viajes o la introducción de nuevas personas en su vida, pueden afectar su capacidad para dormir de manera consistente.
¿Son normales las regresiones del sueño?
Sí, las regresiones del sueño son una parte normal del desarrollo infantil. Aunque pueden ser desafiantes para los padres, es importante recordar que estas fases son temporales y suelen resolverse por sí solas a medida que el bebé se adapta a sus nuevos logros y experiencias.
Regresiones del sueño según la edad
Las regresiones del sueño tienden a ocurrir en momentos específicos del desarrollo del bebé. A continuación, se detallan las más comunes:
A los 4 meses
Esta es una de las regresiones más reconocidas. A los cuatro meses, el sueño del bebé comienza a madurar y se asemeja más al patrón de sueño de un adulto, con ciclos de sueño más cortos y ligeros. Este cambio puede provocar despertares más frecuentes durante la noche.
A los 6 meses
Alrededor de los seis meses, muchos bebés desarrollan ansiedad por separación, lo que puede llevar a despertares nocturnos y dificultades para volver a dormir sin la presencia de sus cuidadores según Stanford Medicine.
Entre los 8 y 10 meses
Durante este período, los bebés suelen alcanzar hitos importantes como gatear, ponerse de pie y, en algunos casos, comenzar a caminar. Estos avances pueden interferir con su capacidad para dormir de manera continua.
A los 12 meses
Al cumplir un año, algunos bebés pueden experimentar regresiones del sueño relacionadas con la adquisición del lenguaje y una mayor independencia.
A los 18 meses
La regresión del sueño a los 18 meses a menudo se asocia con el desarrollo de la autonomía y posibles cambios en el entorno del niño, como el inicio de la guardería.
Consejos para manejar las regresiones del sueño en bebés
Aunque las regresiones del sueño son temporales, existen estrategias que pueden ayudar a los padres y a los bebés a sobrellevar estas fases:
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Mantener una rutina consistente: Establecer horarios regulares para las comidas, siestas y la hora de acostarse puede proporcionar seguridad al bebé y promover hábitos de sueño saludables.
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Crear un ambiente propicio para el sueño: Asegurar que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura adecuada puede facilitar el descanso del bebé.
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Ofrecer seguridad y confort: Durante períodos de ansiedad por separación, es fundamental brindar al bebé la seguridad de que sus cuidadores están cerca. Esto puede incluir técnicas como el contacto físico, hablarle suavemente o utilizar objetos de apego, como una manta o peluche.
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Ser paciente y flexible: Reconocer que las regresiones del sueño son temporales y adaptarse a las necesidades cambiantes del bebé puede aliviar el estrés tanto para los padres como para el niño.
¿Cómo despertar a un bebé de forma segura?
Aunque generalmente se aconseja no interrumpir el sueño de un bebé, hay situaciones en las que es necesario despertarlo, como para alimentarlo o administrarle medicamentos. Para hacerlo de manera segura y suave, considere las siguientes recomendaciones:
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Elija el momento adecuado: Intente despertarlo durante una fase de sueño ligero, que puede identificarse cuando el bebé mueve sus extremidades, sonríe o hace movimientos con la boca mientras duerme.
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Utilice estímulos suaves: Comience con métodos delicados, como hablarle suavemente, cantar o acariciar su piel. Levantar al bebé, mover sus brazos y piernas o hacerle cosquillas en la planta del pie o en las mejillas también puede ser efectivo.
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Asegure un ambiente tranquilo: Mantenga una iluminación tenue y evite ruidos fuertes que puedan asustar al bebé al despertarlo.
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Sea paciente: Algunos bebés pueden tardar más en despertarse completamente. Es importante ser paciente y permitirles el tiempo necesario para que se despierten de manera natural y sin sobresaltos.
En conclusión, las regresiones del sueño son fases normales en el desarrollo de los bebés y, aunque pueden ser muy estresantes, suelen ser temporales. Es importante comprender las causas y las etapas en las que ocurren, para poder manejar estas situaciones con empatía y tranquilidad. Desde Senttix, recomendamos que si las dificultades para dormir persisten durante un período prolongado o afectan significativamente el bienestar del bebé y la familia, es recomendable consultar con un pediatra o un especialista en sueño infantil para recibir orientación personalizada.