¿A quién no le han dicho alguna vez eso de a quién madruga Dios le ayuda? Y es que, como buen sabio que es el refranero español, este dicho hace referencia a los múltiples beneficios que tiene para nuestro organismo el hábito de madrugar.
Si bien es cierto que hay personas que tienen más facilidad que otras para el noble hábito de madrugar, ésta es una costumbre que se puede asimilar poco a poco (y con calma). Minimizar el esfuerzo que supone es posible y las consecuencias que conlleva van ayudarte, a buen seguro, a disfrutar de los beneficios de convertirte en un madrugador nato.
Beneficios de madrugar
Tanto si eres amante de madrugar como si eres de esos a los que se le pegan las sábanas por las mañanas, queremos convencerte de los numerosos beneficios de madrugar para el cuerpo y la mente:
- Notarás una mejoría de las funciones cognitivas. Efectivamente, las personas más madrugadoras están más preparadas para concentrarse mejor en sus tareas. Además, están más alerta y enérgicas durante el día.
- Eleva el grado de calidad del sueño. Otro de los grandes beneficios de madrugar es que implica, por regla general, una mejoría de la calidad de nuestro descanso. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla. La sincronización de las horas de luz con un horario constante de descanso y nuestro ritmo circadiano consigue que estemos menos cansados durante el día y evitemos el insomnio, además de otros trastornos del sueño.
- Tus desayunos más completos. Cuando madrugas hay una mayor probabilidad de tomar desayunos más elaborados, con mayor aporte nutricional para afrontar el día y más saludables. Estaremos más preparados para afrontar el día en las mejores condiciones.
- Mejora el estado de ánimo y la salud mental. Numerosos estudios han demostrado que las personas que madrugan disfrutan de mayor positivismo y satisfacción respecto a sus vidas.
- Reduce el estrés. Seguramente si tienes muchas horas por delante puedas terminar todas las tareas pendientes durante el día sin la necesidad de pedir tiempo adicional ni sufrir presiones.
- Aumenta la organización y la productividad. Es un hecho que madrugar mejora nuestras capacidades cognitivas, nuestra productividad y el aprovechamiento del tiempo. Es decir, te convierte en una persona mucho más organizada y productiva. Y, ¿por qué no decirlo?, tendrás mayores probabilidades de alcanzar el éxito profesional.
Claves para madrugar más y mejor
Si quieres empezar a disfrutar de los beneficios de madrugar pero te parece una misión imposible, aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte en tu empeño de levantarte más temprano.
- Encuentra una motivación. Si sientes que tienes una buena razón para madrugar, no hay duda de que conseguirás cambiar este hábito por muy duro que pueda parecerte.
- Haz pequeños cambios. La clave para conseguir alcanzar una meta es ponerse pequeños retos todos los días. Será prácticamente imposible levantarte temprano si lo haces de golpe. Si vas adelantando cada día 15 minutos el despertador, al final conseguirás hacerte al hábito de madrugar.
- Aprende buenos hábitos en tu higiene del sueño. El objetivo de madrugar es sentirte más descansado para afrontar el día con energía. Para ello, antes deberás integrar las pautas de higiene del sueño de las que ya hemos hablado en distintas ocasiones y que son vitales para disfrutar de un descanso de calidad.
- Aleja el despertador de tu cama. El despertador es un gran aliado, pero es muy fácil que puedas ignorarlo si lo sitúas muy cerca de la cama. Prueba a dejarlo a unos metros de tu alcance, de esa manera tendrás que levantarte para apagarlo y no habrá riesgo de volver a quedarte dormido.
- Levántate de la cama inmediatamente. Este pequeño, aunque costoso gesto, será clave para que tus intentos de madrugar sean exitosos y, con el paso del tiempo, te saldrá de forma espontánea y natural.