La almohada es, para muchos, un elemento indispensable del descanso. Sin embargo, existe un debate sobre si es bueno dormir sin almohada. Aunque pueda parecer extraño, algunas personas han adoptado esta práctica buscando mejorar su salud cervical o alinear mejor su columna vertebral. Pero, ¿realmente es bueno dormir sin almohada? ¿Podría tener ventajas para ciertos tipos de personas o posturas? En este artículo, conversamos con un experto en salud y descanso, Jesús Vélaz, para desvelar las respuestas a estas preguntas y conocer la ciencia detrás de esta tendencia.
¿Es recomendable dormir sin almohada?
En términos generales: no. La razón principal es que para que la columna vertebral pueda descansar de manera relajada y con calidad, debe estar correctamente alineada. «Si no está alineada, el cuerpo compensa esta desalineación generando tensión en ciertas zonas, lo que puede derivar en dolores», explica el experto.
Dentro de la columna vertebral existen dos arcos importantes que deben rellenarse al dormir: la curvatura lumbar y la cervical. La curvatura cervical, que conecta el cuello con la cabeza, necesita un soporte adecuado. «Al dormir sobre una superficie acolchada, es fundamental que la almohada llene el hueco entre el hombro y el cuello para que la columna esté alineada», enfatiza Vélaz. La mejor manera de hacerlo es mediante una almohada cervical, especialmente si hay patologías.
¿Qué beneficios y riesgos tiene dormir sin almohada?
Aunque algunas personas encuentran beneficios en dormir sin almohada, especialmente quienes duermen boca abajo, es importante tener en cuenta las particularidades de cada individuo. Jesús destaca que hay personas que, debido a la estructura de su cuerpo o la elección de su colchón, pueden experimentar una mejor alineación sin almohada. No obstante, estos casos son excepciones.
En cuanto a los riesgos, dormir sin almohada puede provocar tensión en el cuello y la espalda, especialmente en personas que duermen de lado o boca arriba. En estas posturas, es fundamental que la almohada se adapte a tu manera de dormir, Jesús Vélaz lo explica de esta manera:
- Dormir boca abajo: Es la única postura en la que no usar almohada puede ser beneficioso, ya que esta posición mantiene el cuello en una alineación más neutral.
- Dormir de lado: Es fundamental usar una almohada que rellene el espacio entre el hombro y la cabeza, manteniendo la columna en línea recta.
- Dormir boca arriba: También se recomienda usar una almohada para evitar que la cabeza se incline hacia atrás, lo que provocaría tensión en la zona cervical.
También es importante destacar, que «una mala elección de almohada (demasiado alta o baja) puede ser peor que no usar almohada», reforzando la necesidad de encontrar un soporte adecuado para cada postura.
¿Qué factores influyen en la elección de una almohada?
A la hora de elegir una almohada, es esencial tener en cuenta varios factores:
- Altura y material: La almohada debe adaptarse a la distancia entre el hombro y la base del cuello. «Puede ser de distintos materiales como látex, viscoelástico o plumas, cada uno ofreciendo diferentes sensaciones de soporte y comodidad», explica el experto.
- Transpirabilidad y regulación de temperatura: Jesús destaca la importancia de elegir una almohada que permita una buena circulación del aire y que no retenga el calor, ya que esto afecta la calidad del descanso.
- Variedad y prueba: «Lo mejor es que el cliente pruebe varias almohadas en diferentes posiciones. Esto es vital para encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades», aconseja Vélaz.
Recomendaciones
Las sensaciones y necesidades cambian a lo largo del año o de las etapas de la vida, por lo que es importante tener en cuenta aspectos como la transpirabilidad, la firmeza y la capacidad de la almohada para mantener una buena alineación. El experto señala: “No existe una almohada perfecta para toda la vida, ya que nuestras sensaciones y necesidades varían con el tiempo. Lo ideal es contar con varias opciones según la época del año o las sensaciones de cada momento”. Si alguien desea probar a dormir sin almohada, Jesús aconseja hacerlo de manera gradual y estar atento a cómo se siente al despertar. Si hay signos de tensión o incomodidad, es preferible usar una almohada adecuada.
Además, para quienes viajan con frecuencia, Jesús sugiere tener una almohada de viaje que ofrezca un apoyo constante y personal en cualquier lugar, asegurando un sueño profundo sin importar las condiciones del entorno. De hecho, elevar la parte superior del cuerpo utilizando almohadas o un colchón articulado puede ser beneficioso para problemas respiratorios o digestivos.
En conclusión, la pregunta de si es beneficioso dormir sin almohada revela que, para la mayoría, esta práctica no es la opción más recomendable, y encontrar la almohada adecuada es clave para asegurar un descanso reparador. Si bien algunas personas pueden experimentar comodidad al no usarla, es fundamental prestar atención a las señales del cuerpo y realizar pruebas para determinar qué es lo mejor para cada individuo. La salud del sueño está intrínsecamente ligada al uso correcto de la almohada y el colchón, y un enfoque personalizado es crucial para lograr un buen descanso.