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¿Te cuesta conciliar el sueño cuando tienes frío o calor? Es normal, puesto que existen unas temperaturas ideales de descanso para el organismo.

Cuando sentimos frío o calor, nuestro cuerpo intenta autorregular la temperatura, alterando así el ritmo normal del reloj biológico. Si esto ocurre cuando dormimos, experimentamos pequeños periodos de vigilia durante la noche que pueden perjudicar considerablemente la calidad de nuestro descanso.

Al igual que la buena alimentación, la higiene, la luz y otros factores, la temperatura tiene un relevante efecto a la hora de conseguir dormir adecuadamente.

La temperatura ideal para dormir

La temperatura de nuestro cuerpo oscila entre 36 y 37 grados en estado saludable, pero va cambiando dependiendo de las condiciones externas. Para dormir, los expertos del sueño reconocen que la temperatura ambiente ideal se encuentra entre los 15 y 22 grados centígrados. Cabe destacar, que cada persona es un mundo y este aspecto puede variar dependiendo de las necesidades de cada una de ellas.  Por ejemplo, en el caso de las personas mayores, la temperatura perfecta para ellas oscilará entre 19 y 21 grados; y en el caso de los bebés, la temperatura idónea está entre los 18 y los 21 grados.

Dormir en una habitación con altas temperaturas puede reducir la eficiencia del sueño y a la larga, provocarnos fatiga. Del mismo modo, cuando experimentamos frío al dormir, nuestro organismo activa un mecanismo de protección y aumenta la actividad para calentarse, dificultando la tarea de conciliar el sueño. ¿Quién no ha tenido problemas para dormir por el hecho de tener los fríos?

Los beneficios que puede aportarte dormir con la temperatura adecuada son:

 

  • Un mejor sistema inmunitario. Este aprovecha para regenerarse por las noches para poder así eliminar toxinas y gérmenes.

 

  • Disminuye la posibilidad de sufrir problemas de peso: La falta de sueño produce que los adipocitos liberen menos leptina (hormona supresora del apetito). De este modo, el estómago libera más hormonas del apetito y las personas con problemas de sueño son más propensas a comer más.

 

  • Menor riesgo cardiovascular: Tener un descanso de calidad ayuda a proteger el corazón y disminuye los problemas cardiovasculares.

 

Un dato curioso a destacar es que el uso de calcetines es una excelente opción para alcanzar el sueño. Meter los pies en agua caliente también puede ser beneficioso a la hora de irse relajado a la cama antes de dormir. O simplemente una ducha caliente de 10 minutos puede ayudarte a conciliar el sueño.

 

 

Nueva llamada a la acción

El colchón también influye en la temperatura

¿Sabías que el colchón es fundamental para conseguir una temperatura óptima cuando dormimos? Debe ser transpirable y ha de mantener la temperatura ideal. Algo muy parecido es lo que ocurre con la almohada, ya que la cabeza es una de las partes del cuerpo que libera más calor. Asegúrate de que sus materiales eviten la humedad.

Otros factores a tener en cuenta son la ropa de cama (sábanas, mantas, edredones…) y los pijamas. Su composición puede facilitar o dificultar una correcta transpiración.

 

No olvides que, para lograr El Buen Dormir, también debes cumplir con los siguientes hábitos saludables:

  • Seguir las rutinas de sueño habituales, incluidos los horarios de acostarse y levantarse. En estas rutinas, será de utilidad que un par de horas antes de acostarte comiences a relajarte. Considera utilizar prácticas de relajación, la meditación, un baño, leer un buen libro…
  • Evita las siestas más largas de 30 minutos.
  • Una cena ligera es ideal para dormir bien, al menos, dos horas antes de irte a la cama.
  • Debes mantenerte bien hidratado con agua o bebidas sin cafeína ni estimulantes.
  • Es bueno hacer deporte durante el día, pero intenta evitarlo en las horas previas a ir a la cama.
  • Apaga el móvil y déjalo fuera de la habitación.

En conclusión, la temperatura es un factor esencial que influye en nuestro descanso y, por tanto, es un detalle que no debes descuidar. De alguna manera, nos ayuda a reparar nuestro sistema inmunológico y nos permite lograr un sueño pleno cada noche.

Asegúrate de seguir nuestros consejos y podrás disfrutar de El Buen Dormir.